sábado, 18 de mayo de 2019

Narco Tamaulipas: así comenzó todo | Parte 1

A finales de los años veinte, Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas y sus hermanos Arturo y Roberto, contrabandeaban tequila, whiskey y cerveza a Estados Unidos, llevaban alcohol, bebida prohibida en ese entonces en territorio estadounidense, gracias al envío ilegal de alcohol, traían de regreso dólares y diversos productos como electrodomésticos y llantas. Cuando la ley seca fue derogada en 1933, Juan Nepomuceno agregó a sus actividades ilicitas, el control de casas de apuestas, la trata de personas y el robo de automóviles.

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Para echar a andar sus lucrativos negocios Guerra Cárdenas estableció una red de contactos políticos por toda la región, mantuvo estrechas amistades con caciques sindicales del ramo transportista y aduanero, con gobernadores de Tamaulipas y posteriormente hasta con presidentes. 

Los vínculos de Nepomuceno Cárdenas con el poder político local, era tal que Roberto su hermano menor, formó parte del gabinete estatal del gobernador Práxedis Balboa, y el hijo de éste, también de nombre Roberto, llegó a ser alcalde de Matamoros en 1984. Esta red de vínculos no se limitaba al círculo regional, pues Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas también se relacionó con importantes personajes de la política nacional como Joaquín Hernández Galicia alias "La Quina" y Raúl Salinas Lozano, padre de Carlos y Raúl Salinas de Gortari.

"Don Juan" era tan poderoso que mató a su esposa y al hijo de Pancho Villa y nadie se atrevió a denunciarlo.

A mediados de la década de los setenta, la organización criminal de Juan Nepomuceno incursionó en el tráfico de drogas. A "Don Juan" como le decían sus más cercanos, la idea de entrar en este nuevo negocio le generaba muchas dudas porque consideraba que lo pondría en la mira de la DEA, sin embargo accedió, porque la propuesta venía de su sobrino y protegido: Juan García Ábrego. 

Las dos condiciones que Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas puso para entrar al mundo del narcotráfico, fueron las siguientes:

Primero, Nepomuceno Guerra no quería participar directamente en las negociaciones con los cárteles colombianos, esas tareas las realizaría García Abrego. 

Segundo, sólo permitiría utilizar las redes de transporte y de protección gubernamental para mover las drogas, pero no intentaría recuperar cargamentos decomisados. 

Pronto el narcotráfico probó ser altamente redituable y se convirtió en la actividad predominante y principal del grupo delictivo, a tal grado que ahí se le comienza a llamar Cártel de Matamoros, por sus vínculos con los cárteles colombianos.

Al concluir los años ochenta, los patrullajes de las autoridades estadunidenses dificultaban cada vez más a los colombianos transportar drogas por el Caribe. Las pérdidas de cargamentos eran tan altas que los hermanos Rodríguez Orejuela del Cártel de Cali ofrecieron a Juan García Ábrego una oferta irrechazable: el 50% de las utilidades, si transportaba los cargamentos de droga desde la frontera sur de México, hasta Texas. Tal operación requeriría de coordinación logística a gran escala, compra de avionetas, construcción de pistas aéreas y bodegas clandestinas, sobornar a autoridades en la frontera sur, el noreste y a lo largo de la franja del Golfo de México. 

El Cártel de Matamoros quería dejar de ser una organización criminal regional subsidiada por los cárteles colombianos para convertirse en un actor preponderante en el narcotráfico transnacional.

Para lograr un ingreso triunfal, García Ábrego y sus socios, se convencieron de que era necesario un cambio generacional en el liderazgo del cártel. 

Para jubilar a su tío, Juan García Ábrego empezó a contratar operadores en todo el país, empezó a repartir el botín millonario entre las autoridades, quienes ahora le rendirían cuentas a él. Con el tiempo, la influencia de Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas menguó significativamente, y se vió obligado al retiró pacífico del nuevo gran negocio.

Bajo el liderazgo de García Ábrego el ahora llamado Cártel del Golfo se convirtió en la organización criminal más poderosa del continente. Su éxito se debió a que aprovechó tres activos fundamentales:
  • La privilegiada ubicación geográfica de Tamaulipas, una larga frontera con Estados Unidos y cuatro de los cruces fronterizos más activos del país (Matamoros, Miguel Alemán, Nuevo Laredo y Reynosa); la cual poseía una extensa franja costera escasamente vigilada. 
  • El segundo activo fue la sólida red de complicidad con autoridades de todos los niveles que su tío construyó durante cinco décadas. 
  • Y el tercero fue que García Ábrego compensó la desventaja de que Tamaulipas no fuera un gran productor de drogas, por medio de un acuerdo altamente provechoso con los colombianos.
Con el ascenso vino la notoriedad, con ello llegó el acoso de Estados Unidos. En 1993 el gobierno mexicano creó un equipo especial de 50 agentes para detener a Juan García Ábrego, posteriormente en el año 1995 el FBI lo colocó entre los 10 criminales más buscados del mundo. A pesar de los esfuerzos, la cacería se volvió frustrante. García Ábrego era un capo elusivo, siempre estaba un paso adelante de sus captores.

Quizás, la conocida amistad de su tío "Don Juan" con el presidente Carlos Salinas de Gortari, sería el motivo de su buena suerte, pero esta terminaría con el cambio de gobierno. La administración de Ernesto Zedillo ocupaba de un golpe espectacular, para minimizar el levantamiento Zapatista en Chiapas y los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu, la captura del gran capo significaría también una ruptura con el gobierno anterior. 

Zedillo ordenó al procurador Antonio Lozano Gracia crear un grupo policiaco de elite formado solamente por 15 elementos de la PGR. Para evitar las filtraciones de información no se involucró a la Policia, al Ejército o la Marina, la recolección de inteligencia estuvo a cargo de agentes encubiertos de la DEA. 

Al final, las busquedas dieron resultados. El 14 de enero de 1996 Juan García Ábrego fue arrestado en su rancho de Villa Juárez en Nuevo León, en un operativo en el que no se realizó un solo disparo. Al día siguiente y por temor a que se escapara, inmediatamente fue extraditado a Estados Unidos, donde se le dictó una sentencia de 11 cadenas perpetuas.

Todo indica que su extradición fue totalmente ilegal, algo parecido a lo ocurrido con Carlos Lehder capo colombiano del Cártel de Medellín.

jueves, 9 de mayo de 2019

Tubutama: El Chapo VS Los Beltrán y Los Zetas

Desde mediados del año 2007 y hasta finales del año 2012, dos cárteles rivales se enfrascaron en un combate a muerte sin que interviniera alguna autoridad. Los sicarios apostados en las afueras de algunos municipios bloquearon el paso de víveres y gasolina, los combatientes que quedaron presos en los caseríos violaban, levantaban e imponían su ley en toda la región.

Los líderes de las facciones aliadas de Caborca, Pitiquito y Santa Anna, conocidos como Los Jabalís, decidieron cercar al pueblo de Tubutama hasta asfixiarlo. 

Desde la ruptura entre "El Chapo Guzmán" y los hermanos Beltrán Leyva en 2007, el estado de Sonora se había convertido en un sangriento campo de batalla. El Cártel de Sinaloa acrecentaba su poder y dominio en la región, sin embargo, todavía en algunos municipios, diversos grupos rivales resistían el embate gracias al dinero obtenido del tráfico de droga y de las cuotas a migrantes que cruzaban por la región. 

Para mediados del año 2010 Tubutama era la última localidad dominada por los Beltrán Leyva. La masacre del primero de julio de ese año, en la que perdieron la vida decenas de hombres, durante una emboscada mientras trataban de entrar y conquistar la plaza, había vuelto a Los Jabalís particularmente cautelosos a la hora de atacar. 

Según información, la aprehensión de Alfredo Beltrán Leyva alias "El Mochomo", había sido un tributo de "El Chapo" al gobierno federal. Ese hecho prendió fuego a todo el noroeste mexicano: la federación de Sinaloa se fortaleció alrededor de Joaquín Guzmán, Ismael Zambada y Juan José Esparragoza, mientras que los Beltrán Leyva buscaron ayuda de los Zetas. 

“Aquí no hay mucho que hacer. Tenemos una cancha de básquet, habitaciones para hombres y mujeres, patrullamos por las veredas a diario, aunque solo de noche por las brechas por cuestiones de seguridad. Pero hace tiempo que no tenemos un enfrentamiento, desde la captura del "Gordosexy” lugarteniente de los Beltrán Leyva. La cosa se ha calmado, pero todavía nos falta agarrar a "El Gilo Cid”, mencionaba Alberto Federico Meza, segundo comandante de la región. 

Arnoldo alias “El Gilo” del Cid era el hombre por el que todo había comenzado y con el que casi todo acabaría en Tubutama, fue el responsable del secuestro de todo el pueblo sin que intervinieran en ningún momento las autoridades. 

Lo poco que se sabía de "El Gilo", es que era originario de Cerro Prieto, un rancho ubicado a unos kilómetros de Tubutama, sus padres tenían un negocio de abarrotes que había sido clausurado y baleado al igual que la casa familiar durante el conflicto. Arnoldo alias "El Gilo" se había hecho del control de la plaza a sangre y fuego para los hermanos Beltrán Leyva. 

Los cobros sobre el paso de migrantes y de droga hacia Arizona le habían garantizado una estabilidad económica y el poder suficiente para mantener a raya el conflicto local, incluso después de que mermaran sus protectores, tras el asesinato en Cuernavaca de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”, a manos de la marina en 2008. 

También, su capacidad para salir vivo de ocho atentados en su contra, lo había vuelto una leyenda entre sus hombres. 

"El Gilo Cid" cobraba cerca de cuatro mil pesos a cada pollero que quisiera atravesar su cachito de desierto, así que algunos se alegraron cuando lo asesinaron, sin saber que el precio casi se duplicaría cinco años después con los nuevos amos del Saric. 

"El Gilo" junto con Los Zetas, mantenían un férreo control de la zona, se habían plantado con tanta fuerza ante el Cártel de Sinaloa, que el primero de julio del año 2010 Los Jabalíes decidieron que debían terminar de una vez por todas con la hegemonía de Arnoldo "El Gilo Cid". 

Alrededor de las once de la noche, un convoy de 50 camionetas marcadas con tres equis, repletas de sicarios armados hasta los dientes, atravesó los municipios de Oquitoa, Altar y Atil a toda velocidad. 

Al mando del grupo iba Jesús Gregorio Villanueva Rodríguez alias "El R5" líder del grupo de sicarios llamado "La Gente Nueva", las indicaciones que tenía eran claras: debían terminar de una vez por todas con el dominio que ejercían en la zona, los hermanos Beltrán Leyva y Los Zetas. 

"El Gilo" fue informado del ataque con anticipación, inmediatamente ordenó tender una trampa en un desfiladero que está situado a seis kilómetros de Tubutama. Situados sobre esas dos grandes paredes de roca, se alistaron decenas de francotiradores, las primeras camionetas del Cártel de Sinaloa fueron acribilladas antes de poder dar marcha atrás. 

Cuando pudieron, los que quedaron vivos tras la primera ráfaga contraatacaron, lanzaron granadas, dispararon balas de grueso calibre y ametrallaron desde una M-50 montada en el techo de uno de los vehículos del convoy, para poder retirarse del atolladero, pero ya era muy tarde. La refriega duró más de cinco horas, y murieron más de 50 hombres. 

Al día siguiente, alrededor de las siete de la mañana, un enorme operativo conjunto de fuerzas municipales, regionales y federales, coordinado desde el Centro de mando 4 de Nogales, aseguró la zona y peinó los alrededores en busca de posibles fugitivos hasta entregar un reporte oficial final de 21 muertos, nueve heridos graves, varios detenidos y 18 camionetas de modelo reciente halladas en el lugar, todas completamente rafagueadas. 

Aunque la variación de la cifra fue enorme entre los datos oficiales y los oficiosos, hay que tomar en cuenta que en un enfrentamiento como este los sicarios suelen llevarse a sus muertos para enterrarlos después. Las narcofosas descubiertas en Sonora y Durango con centenares de cuerpos mostraron hasta qué punto son endebles las estadísticas de defunción oficiales. 

Tubutama parecía un pueblo como cualquier otro de la región; un caserío polvoriento atravesado por dos largas calles que en su intersección forman la plaza principal, bordeada por un viejo ayuntamiento rodeado de campos y desierto. 

En realidad, el infierno no fue el mismo para todos los habitantes. Al igual que suele suceder con la mayoría de las tragedias, afectó principalmente a la parte más pobre de la población. Como pudieron, los padres de las familias más adineradas sacaron a sus hijos más jóvenes del pueblo a casa de familiares o de amigos cercanos, escondidos en sus coches. Las tiendas cerraron, y los que se quedaron tuvieron que restringir aún más sus necesidades. Los pobladores que no alcanzaron a huir al otro lado de la frontera o a alguna ciudad cercana, los más pobres o los más testarudos, se encerraron en sus casas, atrabancaron puertas y ventanas y tuvieron que aprender a vivir en un estado de sitio y terror permanente. 

El caso de Tubutama fue un reflejo real de lo que sucedió periódicamente durante el gobierno de Felipe Calderón en todo el país. 

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Pancho Villa y Tomás Urbina: anécdota

Urbina era un mestizo tarahumara, nativo de la Congregación de las Nieves, en Durango. Tenía ocho años más que Pancho Villa, cuando se conoc...