miércoles, 22 de noviembre de 2017

Historia de San Fandila, Pedro Escobedo, Querétaro

San Fandila se localiza en el municipio de Pedro Escobedo, en el estado de Querétaro, se encuentra aproximadamente a 20 minutos y 31 kilómetros de la capital queretana. Incorporándose a la autopista Querétaro-México, pasando el monumento a Conín, el Parque Industrial Bernardo Quintana y tomando la desviación hacía Galindo, se puede llegar a la comunidad. La localidad se encuentra a una altura de 1,935 metros sobre el nivel del mar. San Fandila brinda hogar aproximadamente a 3,623 habitantes. La latitud decimal de la comunidad es 20.505000, la longitud en el sistema decimal es -100.215833, en el sistema DMS la latitud es 203018 y la longitud es -1001257. 

Durante la Conquista y el Virreynato, los otomíes fueron los primeros pobladores de estas tierras. Un escrito del Archivo General de la Nación, localizado en la sección General de Partes, en los folios 164 y 165, fechados el 10 de abril de 1576 así lo confirma.  Los otomíes se asentaron desde los valles que hoy se conocen como Amazcala, Atongo y Alfajayucan, hasta llegar a Pedro Escobedo. 

En la época Colonial, Sebastián de Aparicio (religioso, y misionero franciscano español), llamó a las tierras donde actualmente se encuentran El Sauz, El Chamizal, La Palma, Quintanares, El Ahorcado, Calamanda, Palo Alto, San Fandila, El Colorado y La Piedad, "El Camino de la Plata", debido al descubrimiento del oro y la plata en Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí, entre 1546 y 1573. En ese entonces, lo que actualmente se conoce como Pedro Escobedo, servía como paraje y descanso de las carretas que transportaban Oro y Plata. Debído a esto, se comenzó a habitar estas tierras. De igual forma, se decía que en esta época, el famoso cerrito de San Fandila le servía de escondite a los asaltantes de carretas. Pedro Escobedo fue fundado en 1754, en terrenos de la Hacienda de Galindo. 

Durante la Guerra de Independencia y la intervención francesa, las comunidades que hoy conforman el municipio de Pedro Escobedo, no fueron consideradas lugares apropiados para llevar a cabo batallas, debido a su superficie plana y por no contar con zonas geográficamente accidentadas. Sin embargo, siguió funcionando como lugar de paso de contingentes armados y lugar de descanso. 

En 1867 cuando Maximiliano salió de la Ciudad de México para refugiarse en Querétaro, llegó a lo que hoy es Pedro Escobedo, esperó indicaciones de sus hombres para seguir avanzando, descansó en estas tierras, envío hombres a los montículos más elevados para que sirvieran como vigías. Entre estos cerros, estuvieron "El Chivato" y el cerrito de San Fandila. Tras la rendición de Maximiliano ante el General Mariano Escobedo, los victoriosos enviaron tenientes a estas zonas, para confirmar la disolución del ejercito francés. 

Durante estos años, las tierras que hoy se conocen como; San Fandila, La Lira, La Venta, Ajuchitlancito, Noria Nueva, El Muerto, La Galera y Los Cues, dejaron de ser lugar de paso, para convertirse en los primeros asentamientos de los ricos hacendados. El espacio plano y las tierras fértiles ayudaron poco a poco a la instauración de las primeras haciendas. Los ricos de la época vieron en la agricultura y en la ganadería, una gran oportunidad de desarrollo. 

En plena Revolución Mexicana, las tierras de San Fandila, Ajuchitlancito, Escolasticas y Los Cues, fueron lugares de suministro de materias primas para el mantenimiento de las vías férreas de los trenes de guerra, gracias a sus zonas cerriles. 

En 1900, Jacinto Soto comerciante originario del municipio de Ezequiel Montes, ayudó a la distribución de tierras en San Fandila y en la mayoría de zonas del actual municipio, años después, el señor Jacinto Soto se desempeñó como administrador de haciendas en la zona, finalmente murió en la hacienda de Ajuchitlancito el 22 de diciembre 1938. 

La hacienda de Ajuchitlancito contaba con diez mil hectáreas de riego, principalmente dedicadas a la siembra de maíz y cereales, de igual forma tenía trece mil hectáreas de cerro, donde se sostenían 10 mil cabezas de ganado. A esta hacienda, pertenecieron: La Venta, San Fandila, Escolásticas, San Cirilo y "La D". 

Los primeros dueños de las tierras donde actualmente está establecida la comunidad de San Fandila, fueron la familia Helguera. 

En el año de 1918, Don Alfonso Helguera de origen español, decidió fraccionar sus propiedades ante el avance del agrarismo mexicano gracias al término de la Revolución Mexicana. Don Alfonso decidió enviar 40 familias al lugar conocido como "El Chivato" para que se asentaran y trabajaran las tierras. La esposa de Don Alfonso Helguera, buscaba un lugar idóneo para fundar una comunidad, "El Chivato" al estar más alejado y tener menos altura, no fue opción. A la señora Helguera, le gustó la ubicación, la cercanía con las vías férreas y sobre todo el cerrito. De esta manera decidió fundar San Fandila, en honor al santo de su devoción, cuya imagen trajo desde España en un cuadro, para colocarlo en una cueva en lo más alto del cerrito. 

El primer sacerdote que ofició misa en San Fandila, fue el presbítero Don Santiago García, en aquella ocasión, la celebración fue en la "troje", hoy propiedad del Sr. Amable Osores. 

En 1940 estaban prohibidos los actos públicos religiosos, existía una terrible persecución a sacerdotes y demás religiosos, por tal motivo; misas, rezos y otros actos litúrgicos se realizaban a escondidas en casas particulares. 

Relatos de las personas mayores de la comunidad, indican que un religioso católico, muy probablemente; el presbítero Santiago García, subía a lo más alto del cerrito para rezar en voz alta, con la intención de que los pobladores de San Fandila se unieran al rezo. 

Una vez fraccionada esta propiedad, se nombró dueña absoluta a la Sra. María Guadalupe Helguera, sobrina de Don Alfonso Helguera. Con el paso del tiempo y ante el crecimiento demográfico de la comunidad, hubo necesidad de erigir un templo, fueron esas primeras familias, las que comenzaron con los trabajos de construcción de la iglesia. El 25 de julio de 1954, Don Leopoldo Ruiz, Párroco de Pedro Escobedo, colocó la primera piedra del templo en honor a San Fandila. 

Las fiestas patronales se realizan en honor del Santo Patrono; San Fandila, quién nació al final del siglo VIII o principios del siglo IX en Guadix en una provincia de Granada en España. De niño, Fandila se fue a estudiar a Córdoba, donde se ordenó sacerdote en el monasterio de Peña Melaria, después de hacer vida eremítica, se incorporó al monasterio de Tábano también en Córdoba. En esa época, tiempos recios corrían para los cristianos en la Córdoba emiral, eran vistos con fuerte recelo por la creciente población musulmana. Fandila desafió a las autoridades islámicas defendiendo fielmente la doctrina cristiana. 

Finalmente sufrió martirio en la ciudad califal, fue condenado por el Emir a morir cruelmente degollado aproximadamente en el año 853. Por tal motivo, su imagen se muestra con una espada clavada en el cuello. Su memoria se celebra el 13 de junio; con novenario, procesión, castillo, bailes, confirmaciones, juegos mecánicos, escaramuzas, comparsas, los tradicionales shitaces y el gallo. 

Tradicionalmente se decía que Querétaro no era zona sísmica, sin embargo, San Fandila dijo lo contrario, y se convirtió en noticia internacional, la falla sísmica de San Fandila despertó entre enero y febrero de 1998 con varios movimientos telúricos de entre 3 y 5 grados richter, los epicentros tuvieron lugar en el cerrito de la comunidad y por detrás de la telesecundaria. 

Los sismos ocurridos en este poblado, desconcertaron a científicos nacionales e internacionales que llegaron a la comunidad, inmediatamente se implementó el Plan DNIII por parte del ejército mexicano, y se desalojó a las familias que vivían a las faldas del "cerrito", instalándolas en el auditorio de la comunidad. 

Se dijo que el cerrito de San Fandila era un geiser, también que era una raíz del Popocatépetl; se dijeron tantas cosas, al final no se confirmó nada. 

Con maquinaria pesada intentaron emparejar el cerrito para evitar derrumbes, las maniobras fueron un total fracaso, la maquinaria poco pudo hacer. Relatos de gente mayor indican que el cerrito está encantado, también que la cruz que cuida en lo alto a la comunidad, evitó que siguieran los trabajos de remoción. Finalmente dejó de temblar, los científicos, la televisión y el ejército se fueron, nunca se aclaró el motivo de los temblores. 

Actualmente mucha gente afirma que en San Fandila, sigue temblando. 

En San Fandila se pueden encontrar vestigios prehispánicos, en las parcelas detrás de la Telesecundaria se han encontrado diversos utensilios antiguos como platos, vasos y máscaras de los primeros pobladores. 

Aunque no es información muy conocida, existen diversas fuentes periodísticas que afirman que "El Chapo Guzmán" estuvo muy cerca de San Fandila durante su segunda fuga, el narcotraficante según información, viajó desde el Edomex, hasta el poblado de San Fandila, para abordar una avioneta en la pista aérea del Instituto Mexicano del Transporte, ubicado frente a la comunidad. 

San Fandila es una comunidad pintoresca, llena de historia, tradiciones y cuenta con una amplía gastronomía. 

Las leyendas más famosas de la comunidad son: 

- La cueva del diablo del cerrito 
- Las brujas del cerrito 
- La llorona de la bomba 
-El Charro Negro del camino a Palo Alto 

La religión que predomina en la comunidad es el Catolicismo Guadalupano, San Fandila es lugar de personas amables, solidarias y trabajadoras. 

¡Visita San Fandila! 

Fuente: Libro: "Querétaro histórico" de Lic. Gustavo Morales Tapia.

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