En 1969 ingresó a Pemex y dos años después comenzó actividades sindicales en la revisión del contrato colectivo. En 1993 asume de forma interina la secretaría general del comité ejecutivo general del sindicato petrolero.
Desde 1996 se ha encargado de la dirección del sindicato de Pemex, y ha sido electo cuatro ocasiones seguidas.
Romero Deschamps oficialmente cubrió un interinato como líder sindical hasta 1994, cuando siendo senador por el estado de Hidalgo, resultó electo para ocupar el cargo ya de manera oficial como secretario General del Sindicato para el periodo 1995-2000, y con posibilidad de reelegirse otro periodo más.
Con su poder e influencia política en el sindicato, logró reelegirse durante otros cuatro periodos.
En sus más de 20 años como líder sindical siempre hubo a su alrededor escándalos por corrupción, desvíos millonarios y nepotismo. También se hicieron públicos sus lujos y los de sus hijos.
Además de ser el líder del sindicato petrolero, Romero Deschamps ha sido diputado y senador por el PRI.
Es originario de Tamaulipas, en el año 2006 libró una orden de arresto relacionada con el financiamiento ilegal de la campaña presidencial del candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa, conocido como Pemexgate.
El 6 de febrero del año 2019, trabajadores petroleros denunciaron ante la SEIDO a Deschamps por enriquecimiento ilícito.
Los trabajadores presentaron nuevas pruebas en contra de Romero Deschamps, a quien acusaron de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita por 150 millones de dólares, evasión y defraudación fiscal.
El Movimiento "Petroleros Activos en Evolución por un México Nuevo" fue quien presentó la denuncia y llevó toda la documentación con las pruebas a la nueva gestión de la Fiscalía General de la República.
Esta denuncia incluía familiares, testaferros y a otros integrantes de la cúpula del sindicato, se presentó para dar seguimiento a otra denuncia presentada dos años atrás.
La denuncia fue encabezada por Arturo Flores Contreras, líder de ese movimiento, quien acusó venta de plazas, cobro de cuotas ilegales, cobro de contratos y el despojo de propiedades del gremio.
Flores acudió a la entonces PGR desde 2017 a denunciar a Romero Deschamps por esos delitos y reclamó que esa instancia no reportó ningún avance en la indagatorias.
Uno de los principales reclamos de los agremiados del sindicato petrolero, fue la falta de transparencia en los recursos y cuotas que capta el sindicato. Y es que se trataba de una bolsa multimillonaria: en promedio, cuota mínima de 197 pesos catorcenales, aunque hay trabajadores a quienes se les descuenta hasta 350 pesos catorcenales. Se trata de una bolsa de más de 40 millones de pesos en cuotas sindicales, además de transferencias que Pemex hace al sindicato, como los más de 7 millones de pesos mensuales de la cláusula 157, que como relevó una investigación periodística, la dirigencia sindical utiliza como su caja chica, para gastos inmediatos.
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