Apodado también como "El Centauro del Norte", José Doroteo Arango Arámbula, a quien la mayoría conoce como Francisco Villa o Pancho Villa, nació el 5 de junio de 1878 en el estado de Durango y es considerado uno de los jefes de la Revolución Mexicana por su actuación militar, la cual fue determinante para la derrota de Victoriano Huerta.
Villa fue caudillo del estado de Chihuahua y junto con sus seguidores se apoderaron de las tierras de los hacendados y las entregaron a los campesinos y soldados. Se adueñaron también de trenes y como otros generales revolucionarios, imprimió dinero fiduciario para pagar por su causa.
Fue perseguido en 1915 por el General John J. Pershing durante 11 meses después de 1915. En ese lapso 10 mil soldados recorrieron los desiertos de Chihuahua y Pershing logró dispersar a las fuerzas mexicanas, pero no capturar a Villa, quien desapareció en el extenso territorio mexicano.
Fue entonces, tras ser derrotado en Celaya y Agua Prieta por Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, que Villa perdió el dominio del norte de México.
El 26 de junio de 1920 Villa firmó los convenios de Sabinas, obligándose a deponer las armas y a retirarse a la Hacienda de Canutillo en Durango, la cual el gobierno le concedió en propiedad por los servicios prestados a la Revolución.
Una vez consolidada la llegada de Álvaro Obregón a la presidencia de México, se dice que éste promovió o toleró algunos planes para librarse de Pancho Villa, derivando en una emboscada que le dio fin a la vida de Villa el 20 de julio de 1923.
Pancho Villa había viajado a Hidalgo del Parral por unos días para asistir a un bautizo y dictar su testamento entre otras actividades. Al preparar su retorno a Canutillo, Villa y su secretario, Miguel Trillo, abordaron un automóvil siendo el revolucionario quien lo conducía.
Un total de ocho tiradores comenzaron a disparar primero hacia el conductor y posteriormente "a discreción". Villa, al sentir los primeros disparos soltó el volante, provocando que el vehículo se impactara contra un árbol. El auto recibió 150 disparos, los asesinos salieron de sus escondites y le dieron el tiro de gracia a Villa y a sus acompañantes.
La noticia se divulgó en la prensa con distintas versiones. Obregón y Calles dijeron estar sorprendidos por lo sucedido, por lo que el presidente ordenó realizar una investigación "exhaustiva".
Pancho Villa había dispuesto ser sepultado en un mausoleo ubicado en la ciudad de Chihuahua, sin embargo, fue enterrado en el cementerio de Parral, donde tres años después su tumba fue profanada y su cabeza cortada y robada.
Difícil dar con las razones que justifique el robo de la cabeza de Villa, pero ideas suponen que ésta fue entregada a un millonario que tenía rencor al caudillo; que sería estudiada en el Instituto Smithsoniano; o que el gobierno estadounidense la solicitó como una forma de resarcir la humillación que pasó el general Pershing a causa de Villa.
Pero, ¿Qué pasó con la cabeza y el cuerpo de Pancho Villa?
Al parecer ambos están destinados a permanecer separados. De acuerdo con el sitio online.wsj.com, el presidente Luis Echeverría Álvarez ordenó en 1976 exhumar los restos de Villa y llevarlos desde Parral al Monumento a la Revolución; sin embargo, el historiador Rubén Beltrán afirma que el cuerpo que se llevaron en realidad se trata de la hija del revolucionario.
Tal afirmación es sostenida por el historiador basándose en las declaraciones de una de las viudas del caudillo, Soledad Seañez, quien le explicó que tras la profanación del cadáver enterraron a Villa en una tumba en forma de "L". Cuando una de sus hijas murió fue enterrada en la misma tumba, por lo que Villa seguiría en Parral y su hija sería quien se encuentra en el Monumento a la Revolución.
Por otro lado, la cabeza de Villa tiene un destino incierto y misterioso, pues pareciera que se multiplica, pues existen varias suposiciones sobre su paradero.
Se dijo que había sido exhibida como atracción en el circo Ringling Brothers; también se ha señalado que está guardada en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York; que fue subastada en Sotheby's junto con las pistolas del revolucionario; que es usada como testigo en los rituales de la fraternidad estudiantil "Skull and Bones" en Yale; y que en 1967 un anticuario en Nichols, Iowa, en Estados Unidos, aseguró tener la cabeza en su poder.
Todas presumen tener o haber tenido el cráneo auténtico del caudillo, pero lo único podemos asegurar es que la cabeza de Pancho Villa no descansa en paz.