Benjamín Arellano Félix bautizaba a su hija, sin problemas ni sobresaltos, con toda la protección policiaca federal, estatal y municipal. La fiesta se realizaba en el Club Brittania.
En el sitial de honor se encontraba Ismael "El Mayo Zambada". La fiesta se realizaba sin problemas, derrepente llegó Silvia desde Culiacán, quién se decía prima de Miguel Ángel Félix Gallardo, le apodaban "La Silviona"; se apersonó en el lugar con su pareja "El Rayo López", conocido narcotraficante; quisieron entrar y como no fueron invitados se les negó el acceso. Insistieron hasta el escándalo. El violento Ramón Arellano Félix escuchó y salió para poner en paz todo; ya le habían ido a contar lo que estaba sucediendo.
Vio a la pareja y, sin palabra de por medio, sacó su pistola y le disparó en la cara al "Rayo", que se derrumbó para convertirse en chispazo y luego, sólo en restos mortales.
Ramón cargó el cadáver; lo subió a una camioneta, y junto con dos o tres pistoleros se dirigieron velozmente a la orilla opuesta de la ciudad y tiraron el cuerpo atrás del Instituto Tecnológico de Tijuana.
Alebrestado como era, Ramón Arellano inmediata ordenó a sus pistoleros viajar a Sinaloa esa misma noche. Al otro día estaban ejecutando a "El Tino", hermano de "El Rayo López", para evitar una venganza. Por si fuera poco, mandó a los sicarios hasta Guadalajara y allí acabaron con el padre de los victimados.
Fuente: Libro "El Cártel: Los Arellano Félix" de Jesús Blancornelas.
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