Francisco Javier Arellano Félix alias "El Tigrillo" e Ismael Higuera alias "El Mayel" viajaban en una suburban, en la camino también iba un guardaespaldas de "El Mayel" y su chofer de confianza; atrás, en una patrulla, varios agentes judiciales estatales los custodiaban.
Hicieron algo frente a "El Mercado de Todos", en La Mesa de Tijuana; iban tras "El Güero Palma", que, se enteraron, estaba protegido por agentes federales.
De repente se toparon con una suburban azul, repleta de elemento de la PGR; con ellos iba "El Güero". Sintiéndose con más autoridad, se bajó el comandan de la policía judicial, Alejandro Castañeda; encaró a los contrarios; el diálogo subió de tono; el policía reconoció a Francisco Javier y al "Mayel"; sin darse cuenta, desde adentro de la suburban le dispararon a la cabeza, no tuvo agonía, murió inmediatamente a media calle.
El bando contrario desenfundaron y apretaron igualmente el gatillo, metros separaban a las dos camionetas, fue increíble el revoltijo de policías federales y estatales matándose por culpa del maldito narcotráfico.
El obispo de Tijuana Berlié Belaunzarán iba camino a su casa; escuchó la balacera y se dirigió al sitio; le dió la bendición a los muertos y a los agónicos.
Fuente: Libro "Cártel: Los Arellano Félix" de Jesús Blancornelas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario