sábado, 11 de febrero de 2017

Los Texas de Nuevo Laredo

En la década de los años ochenta en Nuevo Laredo, nació una de las bandas más peligrosas del crimen organizado que operaban en el país. En un principio se integró por los miembros de la familia Martínez Herrera; después fueron reclutando narcotraficantes de otras mafias, como la de los Martínez Pruneda, que se encontraban prófugos de la justicia. La cabeza era Arturo Martínez Herrera, llamado el Texas 1, quien en agosto de 2001, luego de haber sido uno de los hombres que controlaban el penal de "alta seguridad" de Puente Grande, junto con el fugado Joaquín "El Chapo" Guzmán y Héctor Luis "El Güero" Palma, fue trasladado al penal de Almoloya de Juarez, en el Estado de México, para tratar de cortar así el manejo virtual que Martinez Herrera seguía teniendo de las acciones de su organización desde la cárcel.

Los Texas fueron de los primeros que obligaron a las caravanas de indocumentados a transportar droga.

Una de las historias que se le conoce a esta banda es cuando, a fines de los ochenta, trasladaron a un grupo de 14 salvadoreños a Houston, Texas. Los indocumentados se dieron cuenta que estaban siendo utilizados para traficar droga; trataron de denunciarlos a las autoridades norteamericanas y fueron descubiertos por Guillermo y Arturo Martínez Herrera, quienes como respuesta asesinaron a 13 integrantes de ese grupo; solo quedó uno vivo, el que los delató. Desde entonces eran requeridos por las autoridades de los Estados Unidos.

Sentaron su base de operación en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Se sabe que desde su inicio estaban coludidos con las autoridades judiciales del país. Contaron con la protección del entonces comandante de la Policía Judicial Federal, Guillermo González Calderoni, quien al ascender al cargo de director de Intercepción Aérea de la PJF, enviaba parte de los decomisos realizados a esta organización; Los Texas se encargaban de comercializarla, realizaban diversos trabajos para él y para quién era su socio cercano, Juan García Abrego lider del Cartel del Golfo.

Su especialidad se convirtió en ser camellos, pasando droga por la frontera, y cada vez más comenzaron a ser utilizados como matones profesionales.

El 7 de marzo de 1996, fue detenido en la Ciudad de México, Carmelo Herrera, acusado de ser la cabeza de una banda de robacoches, su especialidad eran los Jetta y los Golf, que con documentación apócrifa eran vendidos en diferentes estados de la república y en Centroamérica. Esté hecho no hubiera sido tan relevante, sería un capítulo más de la larga historia de las mafias especializadas en el tráfico internacional de automóviles, si Carmelo Herrera no hubiera sido a quien Fernando Rodríguez González y sus hermanos, comandados por Manuel Muñoz Rocha, le pagaran 300 mil pesos para matar al entonces secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu. Carmelo Herrera, luego de espiar a quien sería su víctima, se dio a la fuga con el dinero, sin haber cumplido con "el encargo", porque lo considero demasiado peligroso.

En el caso de José Francisco Ruiz Massieu, el juez solo sentenció a Carmelo por encubrimiento. Fue liberado previo pago en efectivo de de una fianza de 140 mil pesos. Nadie averiguo como un desempleado obtuvo esa cantidad para pagar su libertad. El entonces todopoderoso subprocurador Mario Ruíz Massieu hermano de José Francisco, era el encargado de la lucha contra el narcotráfico y nada hizo respecto a Carmelo Herrera.

Carmelo era, también un hombre de Los Texas. Su relación con esta banda y con el Cartel del Golfo, están documentadas, fue, además, vecino de los tíos de Mario Aburto, el asesino de Luis Donaldo Colosio, en un rancho de "La Huasteca" donde Aburto escribió sus famosos y nunca explicados cuadernos.

En ellos, Aburto se hacía llamar Caballero Águila.

¿Saben cuáles eran los nombres en clave de Los Texas?

Adivinaste:

Águila l, Águila ll y así sucesivamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pancho Villa y Tomás Urbina: anécdota

Urbina era un mestizo tarahumara, nativo de la Congregación de las Nieves, en Durango. Tenía ocho años más que Pancho Villa, cuando se conoc...