Resumen del libro de Anabel Hernández
"La verdadera noche de Iguala"
#NiOlvidoNiPerdon
Dos autobuses donde los
normalistas se trasladaban, llevaban compartimientos ocultos donde se
transportaba heroína con un valor mayor a dos millones de dólares, los normalistas no tenían conocimiento de
esto, simplemente ellos ocuparon los autobuses para realizar una manifestación
en octubre. Al percatarse del robo de las unidades donde iba la droga, el jefe
narco encargado de la plaza de Iguala, llamó con tono agresivo al coronel José
Rodriguez Pérez comandante del 27 batallón del ejército en la zona, para que
recuperase la droga si o si, de lo contrario pagaría con su vida. El coronel
organizo desesperadamente un escuadrón, contando con el apoyo de la policía
federal, estatal y municipal. Logró interceptar a los dos autobuses que
contenían la droga, es importante mencionar que en total los normalistas habían
secuestrado cinco autobuses, pero como mencioné anteriormente, solo en dos se
transportaba la heroína. Al dar alcance al convoy, los militares permitieron la
huida de los otros tres autobuses, cuando los militares y los policías sacaron
la heroína, se dieron cuenta que los normalistas observaron la droga que
cargaban, y si se retiraban dejarían muchísimos testigos, hasta antes no estuvo
planeado ejecutar a los estudiantes, porque su interés únicamente era recuperar
la mercancía del jefe narco, pero al ver que estos se dieron cuenta de lo que llevaban
los autobuses, optaron por no dejar testigos y decidieron eliminarlos.
La secretaria de la defensa,
la policía federal y la secretaria de gobernación supieron puntualmente del
evento, Enrique Peña Nieto mandó maquillar la situación, ordenando que se
culpara al grupo armado "guerreros unidos" de la masacre y así
absolver al ejército y la policía.
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