Los gemelos que traicionaron al "Chapo Guzmán"

Margarito y Pedro Flores fueron clave en el crecimiento de los negocios del Cártel de Sinaloa en Estados Unidos.

En los años ochenta, el padre de los gemelos; Margarito Flores fue un reconocido narcomenudista en Chicago.

Los hermanos Flores fueron fundamentales para que el Cártel de Sinaloa logrará convertirse en el principal distribuidor de droga en Estados Unidos.

A los gemelos Flores se les atribuyó haber entregado en 2009 a Vicente Zambada Niebla, alias "El Vicentillo", hijo de "El Mayo Zambada". Sus testimonios también fueron clave para atrapar a más de 60 integrantes del Cártel de Sinaloa y de los hermanos Beltrán Leyva.

La primer organización criminal con la que operaron los hermanos, fue con los Beltrán Leyva, quienes en ese momento aún tenían una alianza con el Cártel de Sinaloa.

Después de su fuga de Puente Grande, "El Chapo Guzmán" conoció los gemelos Flores, gracias a Arturo Beltrán Leyva alias "El Jefe de Jefes".

Con el paso de los años, los gemelos se convirtieron en los principales distribuidores de cocaína y heroína en Chicago.

Pedro Flores era el cerebro financiero, Margarito estaba encargado de las operaciones, sostenía reuniones con clientes y se encargaba de la logística de la droga.

"El Chapo Guzmán" y los gemelos Flores, se vieron en muy pocas ocasiones, el enlace directo con el Cártel era Jesús Alfredo.

En 2008, cuando se rompió la alianza entre el Cártel de Sinaloa y Los Beltrán Leyva, los hermanos Flores tuvieron que elegir con quien irse. Temerosos de quedar en medio de una guerra, y más aún, por lo que pudiera sucederles a sus familias, decidieron entregarse a las autoridades federales de Estados Unidos que por entonces ya los tenían en la mira.

Después de recibir sentencias de cadena perpetua por importación, almacenamiento y distribución de droga, además de lavado de dinero, los gemelos Flores empezaron a cooperar con el gobierno estadounidense, convirtiéndose en testigos protegidos.

En 2009, fue asesinado el padre de Margarito y Pedro Flores, cuando regresó a México. 

Después de toda la información que dieron al gobierno estadounidense, en 2015 lograron reducir su sentencia a 14 años de prisión.

Al cumplir el 85% de su condena, los hermanos Flores podrán salir libres y estarán cinco años más bajo vigilancia de las autoridades norteamericanas.