Observaste el cielo alguna vez y viste unas líneas blancas que se trazan y entrecruzan, similares a las de los conocidos “aviones a chorro” pero que persisten por mucho más tiempo, entonces sabes de estoy hablando: Los Chemtrails o “estelas químicas” o “Fumigación Humana”.
Nadie conoce la procedencia de estos aviones que sobrevuelan y surcan los cielos del planeta, sin ningún tipo de identificación. Nadie conoce su origen, y si bien hay ciertas hipótesis y teorías de conspiración, estas tampoco se pudieron corroborar con pruebas fehacientes, por lo menos hasta el momento.
Por su parte, los respectivos gobiernos no reconocen la existencia de los Chemtrails, ni presuponen que estos constituyan una amenaza, pero su presencia no se registra en los medios de comunicación pero si se han abierto foros donde los usuarios documentan sus avistamientos mediante fotos y videos.
¿Qué arrojan los Chemtrails sobre el hombre, los animales, las plantas y la tierra?
La respuesta es: tóxicos y sustancias biológicas. Gracias a pruebas que se han realizado sobre el terreno afectado, en los lugares donde frecuentan los Chemtrails se han encontrado altos niveles de metales pesados tales como aluminio y bario.
En muchos casos, el agua que se encuentra cerca de los lugares de fumigación contiene un nivel tan alto de estos metales que se vuelve venenosa para todo aquel que la bebe. Incluso se ha encontrado aluminio en el cuero cabelludo de personas que viven en estos lugares donde se llevan a cabo estas prácticas, quienes se ofrecieron voluntariamente a hacerse pruebas de toxicidad.
Desde que el fenómeno de los Chemtrails se presentó en los cielos –a partir de los años 90, se extendió la preocupación de los residentes de las regiones afectadas, sobre todo por el creciente número de pacientes con condiciones neurodegenerativas, particularmente el índice del Alzheimer, Cáncer e Infertilidad se ha elevado exponencialmente.
La neuro-toxina del nano-aluminio es uno de los principales ingredientes de las estelas químicas actuales. “Estudios demuestran que estas partículas pasan a través de los tractos olfatorios que conectan directamente al área del cerebro que no sólo es la más afectada en la enfermedad de Alzheimer, sino que es la primera afectada en el curso de esta enfermedad”, escribió el neurocirujano e investigador estadounidense, el Dr. Russell Blaylock, en uno de sus reportes.
Los árboles de las zonas fumigadas también fueron sometidos a pruebas que determinaron la existencia de aluminio y bario en su corteza y hojas. El primer metal es absorbido y se deposita en las raíces, perjudicando directamente su salud y –lentamente- termina secándose hasta morir.
Por su parte, las personas de las áreas afectadas también evidenciaron un incremento de problemas de salud asociados a alergias y migrañas, al mismo tiempo que una importante mortandad de ganados y cultivos.
¿Quién los envía? Hipótesis sobre sus propósitos
Las mega corporaciones de la industria agroalimentaria están en la mira de todas las sospechas ya que -al tener muchos intereses y poder económico- se presume que presionan a los gobiernos para que les permitan realizar sus misteriosas prácticas. Además sus primeros avistamientos coinciden con la aparición de la trasnacional Monsanto y su paquete biotecnológico.
Otra de las hipótesis que se baraja hace responsable a las corporaciones de la industria farmacéutica y laboratorios clínicos, ya que la dispersión de estos agentes patógenos que enferman a las personas favorecería a sus intereses.
Algunos escépticos simplemente piensan que es una nueva tecnología que utilizan estos aviones y otros más optimistas consideran que usan el aluminio para dispersarlo en la atmósfera con el fin de crear una supuesta “capa” que atenúe los efectos del calentamiento global.
Por otro lado, hay teorías que asocian estos aviones a proyectos relacionados con la modificación del clima, pero la verdad es que a ciencia cierta nadie sabe quién los envía y qué propósitos ulteriores esconde.
Pero la teoría que la mayoría de personas conoce, es la reducción demográfica en el planeta, como cada año incrementa excesivamente los habitantes del mundo, se dice que existe un proyecto siniestro por parte de los más poderosos del mundo para envenenar, eliminar y así reducir la población mundial. Los principales afectados serían los países tercermundistas y países pobres.
Circulan acusaciones de que existen campañas de desinformación en una maniobra de confundir a la población y hacer creer que estos fenómenos son producidos por la naturaleza o por aviones normales.
Hace más de 20 años -cuando el cielo era más azul- no se veían estos Chemtrails sobrevolando.
Aunque parezca parte de un mito o una “leyenda urbana” y no se encuentre en los grandes medios de comunicación, si uno busca información en internet, probablemente encontrará muchos foros, blogs y medios independientes que tratan este fenómeno que aún se sigue presenciando en los cielos.
La verdad es que con respecto a estos aviones hay más preguntas que certezas. En el año 2012 se exigieron respuestas a través de diversas manifestaciones en distintas partes del mundo -incluyendo las ciudades de Rosario (Argentina) y Barcelona (España). Los interesados llamaron a organismos oficiales, pero solo recibieron evasivas.
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