En 1988 se dio el primer gran fraude en la historia del país, en aquel entonces competían por la presidencia de la república: Cuauhtémoc Cárdenas, postulado primero por el PARM (Partido Autentico de la Revolución Mexicana) y luego por una coalición de partidos de izquierda, a los cuales se sumó el PMS (Partido Mexicano Socialista), cuando su candidato a la presidencia Heberto Castillo, el gran líder de genuino pensamiento de izquierda, hombre íntegro, con verdadero espíritu de estadista; declinó con humildad a favor de Cárdenas para no debilitar a la izquierda que recién se había unido, pudiendo así integrarse el Frente Democrático Nacional (FDN), el cual postularía a Cárdenas, como su candidato. Competirían también en estas elecciones, el propio Carlos Salinas de Gortari, por el PRI; el líder empresarial Manuel J. Clouthier, por el PAN y la señora doña Rosario Ibarra de Piedra por el PT.
En estas elecciones se daría la famosa “caída del sistema”, como se le llamó cínicamente a la acción burda para el inicio del fraude electoral por parte del PRI.
La “caída” del sistema, fue provocada intencionalmente porque en plena elección, el PRI se dio cuenta que su candidato se estaba quedando muy atrás, la mayoría del país, particularmente en el valle de México, Cuauhtémoc Cárdenas, estaba arrasando.
El final todos lo conocemos, el 13 de julio, la Comisión Federal Electoral, hizo públicos los resultados "oficiales" de los comicios federales con base en la información entregada por los 300 comités distritales del país. Anunció que; de una votación efectiva de 19.1 millones de sufragios –lo cual arrojó un abstencionismo del 48%—, a Carlos Salinas de Gortari del PRI le correspondía 50.36%; a Cuauhtémoc Cárdenas del FDN, 31.12 %; y al aspirante presidencial del PAN Manuel J. Clouthier 17.07%, en esta forma el SPM y la Comisión Federal Electoral, arreglaron la votación y la elección a favor de Carlos Salinas de Gortari.
El segundo gran fraude ocurrió en 2006, competían por la presidencia de la república: Felipe Calderón Hinojosa por el PAN, Roberto Madrazo Pintado de la coalición Alianza por México, conformada por el PRI y PVEM, Andrés Manuel López Obrador de la coalición (Por el Bien de Todos), conformada por el PRD, el PT y Convergencia, Patricia Mercado Castro por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina y Roberto Campa Cifrián por el PANAL.
En un cable filtrado por Wikileaks se muestran varios comunicados que son enviados tanto por el Gobierno Federal entonces presidido por Vicente Fox, así como por el entonces candidato a la presidencia Felipe Calderón Hinojosa y su jefe de campaña Juan Camilo Mouriño a la CIA y a la Casa Blanca.
En el primero, el ex-presidente Vicente Fox envía un mensaje 2 días antes de las elecciones donde muestra su preocupación porque el resultado es muy difícil de revertir a pesar de que ya han hecho todos los esfuerzos por evitar que Andrés Manuel López Obrador llegue a la presidencia. El ex-mandatario alertó al gobierno estadounidense porque el candidato de la izquierda arrasaría en la elección, además de que les hace saber que existen muchos empresarios preocupados sobre el rumbo que podría tomar el país si López Obrador llegara a la presidencia, y es que recordemos que grandes empresas en el país, no pagan impuestos.
En otro cable, John Parks, político estadounidense encargado de las relaciones exteriores de su país y cercano a George W. Bush envía un mensaje al Gobierno Federal donde les solicita hacer todo lo posible porque Andrés Manuel López Obrador no llegue a la presidencia, sin importar si para ese efecto se deban de manipular los resultados. Parks afirma que ha recibido una carta firmada por varios empresarios mexicanos que solicitan ayuda a Estados Unidos para evitar la llegada de la izquierda a la presidencia.
El cable más revelador es el que envía Juan Camilo Mouriño a John Parks un día antes de la elección donde comunica todas las acciones que se llevarán a cabo para evitar la llegada de López Obrador.
Primero Mouriño afirma que ha llegado a una negociación con Elba Esther Gordillo para transferir los votos del SNTE (representado por el partido Nueva Alianza) al PAN (aproximadamente 1 millón de votos), y luego afirma que también ha negociado con el PRI y Roberto Madrazo para la transferencia de otro millón de votos aproximadamente al partido de Felipe Calderón para así garantizar el triunfo del candidato derechista, lo cual se realizaría manipulando y duplicando votos.
El tercer gran fraude ocurrió en las elecciones presidenciales de 2012, competían: Enrique Peña Nieto por la coalición "compromiso por México" PRI-PVEM, Andrés Manuel López Obrador por la coalición Movimiento Progresista, PRD-PT-Movimiento Ciudadano, Josefina Vázquez Mota por el PAN y Gabriel Cuadri de la Torre por Nueva Alianza.
En los meses y semanas previos al 2 de julio, existieron gastos multimillonarios fuera de la ley electoral por parte del PRI, rebasando descaradamente los topes de campaña, con dinero de procedencia ilícita, también se registraron en toda la campaña priista exceso en la compra de tiempo en televisión (entrevistas y comentarios pagados), y de encuestas hechas como propaganda (incluso diarias) y difundidas por televisión, radio y periódicos de todo el país, influyendo ilegalmente en la percepción de los ciudadanos e induciendo sin pudor el voto a favor de Enrique Peña Nieto y rematando con brutales e ilegales promocionales de televisión en canales de Televisa y TV Azteca, en contra de Andrés Manuel López Obrador y sin olvidar el despliegue ilegal multimillonario de espectaculares al arranque de la campaña.
Televisa orquesto un plan siniestro para imponer a EPN, le brindo todos los espacios televisivos para que apareciese, le regalo una "novia" Angelica Rivera, para que le generara votos del "pueblo telenovelero".
Todo esto ante la pasividad y complicidad del Instituto Federal Electoral (IFE) y del Tribunal Electoral del Pode Judicial de la Federación (TEPJF) confabulado y al servicio del PRI y el PAN.
Antes y durante la jornada electoral se vivió la compra masiva de votos con dinero en efectivo, vales de gasolina, despensas, materiales de construcción, electrodomésticos, tarjetas telefónicas prepagadas y para las tiendas Soriana, Aurrerá, Chedraui y Walmart, (con miles de millones de pesos de procedencia ilícita).
Regresaron las conocidas e ilegales prácticas de la operación tamal (desayunos para acarrear y asegurar votantes); también salían ilegalmente miles y miles de votos de personas que no estaban físicamente en el lugar y también gente que ya había muerto.
Introducción de miles de votos por un mismo votante, realizado con boletas apócrifas, después de que se había terminado oficialmente las boletas oficiales.
Decenas de miles y miles de ciudadanos no pudieron votar porque, deliberadamente y misteriosamente, el IFE no instaló suficientes casillas, estrategicamente en lugares donde las personas votarían a favor de López Obrador.
Se documentaron inmensos carruseles de gente que votaba varias veces en diferentes casillas.
Acarreo de votantes; coacción de votantes afuera de las casillas; robo de urnas, quema de boletas electorales o tiradas a la basura; amedrentamiento y violencia contra funcionarios y representantes de casillas, incluyendo secuestros y hasta asesinatos, así como agresiones físicas contra observadores electorales ciudadanos.
Todo ello ante la pasividad cómplice y generalizada de policías y autoridades electorales.
Como remate, la noche misma de la elección, se vio un nuevo despliegue de desinformación de las encuestadoras y las televisoras dando a conocer encuestas de salida manipuladas. Se vio al Ejecutivo Federal y al presidente del IFE, con prisa de ladrones para dar un madruguete, violando la ley electoral, declarando ganador a Peña Nieto, ¡Antes de que se capturaran las actas y se hiciera el escrutinio distrital, es decir sin resultados oficiales!, vimos también al presidente del IFE declarar que era la elección más limpia de la historia, ¡Cuando aún no concluía la jornada electoral!, y un par de días después llamar a aceptar los resultados ¡Sin que se hubiera realizado el recuento oficial de votos y por tanto no hubiera tales resultados! Y por si fuera poco, el presidente del tribunal electoral dio simultáneamente por rechazadas las posibles impugnaciones legales al proceso, ¡Sin que éstas se hayan presentado aún!, al declarar que lo que no se gana en la cancha no se puede ganar en la mesa.
Y no olvidemos, los 5 millones de votos que diferentes actores corruptos priistas consiguieron de manera ilegal, para imponer a Peña Nieto, entre ellos los gobernadores priistas en turno y Elba Esther Gordillo nuevamente.
Nuestra Constitución indica en el articulo 41 que las elecciones deben ser libres y auténticas, situación que en México jamas ha ocurrido. Vivimos en el país de la impunidad y corrupción, donde la ley sirve para dos cosas; para violarla y para nada.
Y para finalizar, el cuarto y ultimo fraude, la elección del domingo pasado en el Estado de México, otro fraude tan descarado que no existe manera de ocultarlo, el PREP y el IEEM se contradecían. Por un lado el PREP le daba la ventaja a Delfina y después mágicamente el personal del IEEM le daba la victoria a Del Mazo sin aun terminar el conteo. Compra masiva de voto, acarreo, falsificación, duplicación y manipulación de boletas, intimidación, captura errónea de votos, y miles de millones de dolares de procedencia ilícita invertidos para consumar el fraude.
Está es la "democracia" y dictadura de los corruptos PRI y PAN, en México el voto no sirve para nada, al final los partidos políticos imponen a quien ellos quieren, alguien que les permita seguir robando y saqueando al país.
No podemos quedarnos con las manos cruzadas, tenemos que despertar y luchar por nuestros derechos y por una vida digna.
Se prepara el quinto fraude en 2018.
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