El Hijo de Isabel Miranda de Wallace no fue secuestrado ni mucho menos asesinado. Anabel Hernández, en una nota publicada en el número 1961 de la Revista Proceso, titulada: “El caso Wallace, más turbio que nunca”, menciona y explica el plan macabro de la señora Miranda de Wallace, que consistió principalmente en fingir el secuestro y asesinato de su propio hijo Hugo Alberto.
¿Con qué fin Isabel Miranda de Wallace podría haber planeado algo tan atroz?
¿Con qué fin Isabel Miranda de Wallace podría haber planeado algo tan atroz?
Sencillo, riqueza y poder, actualmente se ostenta como presidenta de la asociación “Alto al Secuestro”, cargo que sin duda le da muy buenos dividendos económicos, además de otorgarle un cierto poder político; recordemos que fue candidata a Jefa de Gobierno del Distrito Federal, apoyada por el Partido Acción Nacional.
La siniestra señora Wallace planeó todo precisamente, para saltar a las esferas políticas, tener poder y riqueza, cosa que logró muy bien.
Entre las cosas que menciona la periodista Anabel Hernández al respecto del caso Wallace, figuran: la existencia de dos actas de nacimiento de Hugo Alberto, ambas con distintos apellidos, ya que en una se apellida “Miranda de Wallace” y en la otra “Wallace Miranda”, y existe un CURP para cada una de las actas; el registro de una llamada telefónica hecha en 2005 desde el teléfono de Hugo Alberto; y movimientos bancarios en tarjetas de crédito de Hugo Alberto.
A todo lo anterior se suma, que a pesar de haber detenido a los presuntos culpables de secuestro, el cuerpo de Hugo Alberto nunca apareció; por lo que también se presume que “fabricó” culpables y promovió la tortura, con tal de mantener su mentira.
Todo lo anterior no se podría comprender sin cierta complicidad política del gobierno de Felipe Calderón, gobierno que utilizó muy bien la mentira de Miranda de Wallace para justificar, en parte, su lucha contra el “crimen organizado”; y los medios de comunicación, que hicieron de Isabel Miranda de Wallace una figura pública de mucha influencia, a pesar de ser una persona con antecedentes sospechosos, ya que incluso en 1998, estuvo en el Reclusorio Norte por tentativa de homicidio.
La “mentira del hijo muerto” salió a la luz, al principio se tomó a la señora Wallace como un héroe, una madre angustiada que buscaba al hijo muerto, al final se le termino su mentira.
Entre las cosas que menciona la periodista Anabel Hernández al respecto del caso Wallace, figuran: la existencia de dos actas de nacimiento de Hugo Alberto, ambas con distintos apellidos, ya que en una se apellida “Miranda de Wallace” y en la otra “Wallace Miranda”, y existe un CURP para cada una de las actas; el registro de una llamada telefónica hecha en 2005 desde el teléfono de Hugo Alberto; y movimientos bancarios en tarjetas de crédito de Hugo Alberto.
A todo lo anterior se suma, que a pesar de haber detenido a los presuntos culpables de secuestro, el cuerpo de Hugo Alberto nunca apareció; por lo que también se presume que “fabricó” culpables y promovió la tortura, con tal de mantener su mentira.
Todo lo anterior no se podría comprender sin cierta complicidad política del gobierno de Felipe Calderón, gobierno que utilizó muy bien la mentira de Miranda de Wallace para justificar, en parte, su lucha contra el “crimen organizado”; y los medios de comunicación, que hicieron de Isabel Miranda de Wallace una figura pública de mucha influencia, a pesar de ser una persona con antecedentes sospechosos, ya que incluso en 1998, estuvo en el Reclusorio Norte por tentativa de homicidio.
La “mentira del hijo muerto” salió a la luz, al principio se tomó a la señora Wallace como un héroe, una madre angustiada que buscaba al hijo muerto, al final se le termino su mentira.
Vivimos en una sociedad que insiste en fabricarse héroes sin cerciorarse de la calidad moral de los mismos, los mexicanos le creemos todo a la televisión, por eso, Isabel Miranda tomo tanto poder.
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