El Cártel de Tijuana o el CAF (Cártel Arellano Félix), funcionaba como una confederación de grupos controlados por un consejo de administración en el que participan los hermanos Arellano Félix (como jefes máximos); Jesús Labra alias "Chuy labra", (operador financiero); Amado Cruz (como responsable de las relaciones con Colombia); Manuel Aguirre Galindo, (como responsable del lavado de dinero); Jorge Humberto Rodríguez Bañuelos alias "La rana" y Fabián Martínez alias "El tiburon" (como dos de los principales gatilleros del cártel), y Arturo Everardo Páez alias "El kitty páez", (como jefe de los narcojuniors).
Los Arellano Félix eran hijos de Francisco Arellano Sánchez y Alicia Isabel Félix Azueta, quienes procrearon diez hijos, los cuales 5 estuvieron involucrados en el narcotráfico, y según fuentes de la DEA, otro de los hermanos es sacerdote y reside en Roma.
Los Arellano no nacieron en Tijuana, sino en Sinaloa, vivían en Culiacán. Al principio los hermanos se dedicaban al contrabando de aparatos eléctricos y ropa, que colocaban en un barrio llamado El Coloso, algo parecido a Tepito.
Un día Benjamín Arellano conoció a uno de los principales lugartenientes de Miguel Ángel Félix Gallardo, Javier Caro Payan, quien se encargaba de la plaza de Tijuana. Éste simpatizo con Benjamín y se lo llevó como su secretario a Tijuana, con el hermano ya en las redes del narcotráfico, los demás poco a poco comenzaron a enrolarse.
La expansión de los hermanos Arellano Félix en Tijuana, ocurrió gracias a un tío lejano, Jesús Labra Avilés alias "El chuy labra", quien contaba con diversos contactos en el mundo empresarial, del espectáculo y del deporte, incluyendo al promotor de boxeo Ángel Gutiérrez. Por eso la cercanía con el famoso boxeador Julio César Chávez y con el grupo musical Los Tucanes de Tijuana.
Si Benjamín era el cerebro del cártel y "Chuy labra" el principal operador, Ramón Arellano Félix era el hombre de acción. Alejandro Hodoyán (uno de los llamados narcojuniors), que en un confuso episodio fue detenido, se convirtió en testigo protegido, y finalmente escapó y terminó desaparecido), contó ante las autoridades que: "donde había peligro, ahí estaba Ramón", en una ocasión entre 1989 y 1990 se encontraban en una esquina de Tijuana, no tenían nada que hacer; entonces Ramón Arellano dijo; "chingue su madre, vamos a matar a alguien, ¿Quién tiene broncas con alguien?", al que mencionaban era ejecutado.
Tras la caída de Miguel Ángel Félix Gallardo en 1989, por fin los hermanos Arellano Félix tuvieron la oportunidad de quedarse con el control total de la plaza.
Después de la detención del "Jefe de jefes", Juan José Esparragoza Moreno alias "El azul", organizó una reunión con los principales capos, y distribuyó el país, una plaza para cada uno. La de Tijuana le tocaba a quien era, por lo menos formalmente en ese momento, el jefe de los Arellano Félix: el doctor Caro Payán (familiar de los hermanos Caro Quintero). Pero, por la detención de Félix Gallardo, Caro Payán tuvo que salir un tiempo de Tijuana y refugiarse en Estados Unidos. Más tarde, fue delatado y detenido en Canadá, oportunidad que aprovecharon Benjamín, Jesús Labra y Ramón Arellano para tomar el control de la plaza. Después de resolver su detención y salir libre Caro Payán regresó a Tijuana, pensaba recuperar su plaza. Un día un muchacho de los Arellano Félix se le acercó y le disparo en la cabeza.
Después de la ejecución de Caro Payán, los hermanos Arellano Félix oficialmente se convertirían en los jefes máximos de Tijuana. También a partir de ese momento comenzó la guerra contra los carteles de Juárez y Sinaloa.
Continuará..
No hay comentarios:
Publicar un comentario