La historia del México contemporáneo no podría explicarse sin los políticos y sus discursos. Algunos nos han puesto a reflexionar, otros nos han indignado y otros nos llenan de esperanza y por ello se han quedado en la memoria de los mexicanos pese al paso del tiempo.
EXPROPIACIÓN PETROLERA
El 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas pronunció un discurso que haría historia pues anunciaba la expropiación petrolera. En ese entonces, el petróleo mexicano estaba en manos extranjeras y cientos de trabajadores laboraban sin salarios justos y jornadas de trabajo extenuantes:
"Se trata de un caso evidente y claro que obliga al Gobierno a aplicar la Ley de Expropiación en vigor, no sólo para someter a las empresas petroleras a la obediencia y a la sumisión, sino porque habiendo quedado roto los contratos de trabajo entre las compañías y sus trabajadores, por haberlo así resuelto las autoridades del trabajo, de no ocupar el Gobierno las instituciones de las compañías, vendría la paralización inmediata de la industria petrolera, ocasionando esto males incalculables al resto de la industria y a la economía general del país"
LA MASACRE DE 1968
En febrero de 1977, el expresidente Gustavo Díaz Ordaz aseguró que se sentía muy orgulloso de 1968 porque le permitió salvar al país. Esto lo dijo durante una conferencia de prensa donde los reporteros le cuestionaron su actuación respecto al movimiento estudiantil de ese año y que terminó con la masacre de Tlatelolco:
"De lo que estoy más orgulloso es del año de 1968, porque me permitió salvar a mi país, les guste o no les guste, con algo más que con horas de trabajo burocrático, poniéndolo todo; vida, integridad física, horas, peligro, la vida de mi familia, mi honor y el paso de mi nombre a la historia, todo se puso en la balanza; y afortunadamente salimos adelante".
LA PROMISCUIDAD SEXUAL
Otro discurso que vale la pena recordar, no precisamente por la emotividad, sino por la carga ideológica, es el que pronunció el expresidente Luis Echeverría durante su cuarto informe de gobierno, en 1974, ante el Congreso de la Unión. En su discurso, aseguró que los terroristas, secuestradores y delincuentes estaban integrados por hombres y mujeres que provenían de hogares disfuncionales:
"Creados en un ambiente de irresponsabilidad familiar, víctimas de la falta de coordinación entre padres y maestros, mayoritariamente niños que fueron de lento aprendizaje; adolescentes con un mayor grado de inadaptación en la generalidad, con inclinación precoz al uso de estupefacientes en sus grupos con una notable propensión a la promiscuidad sexual y con un alto grado de homosexualidad masculina y femenina"
EL LLANTO DEL PRESIDENTE
El 1 de septiembre de 1982, José López Portillo pidió perdón a los desposeídos por no haber combatido de mejor manera la desigualdad social. Mientras pronunciaba esas palabras, el presidente comenzó a llorar y golpeó con su puño el podio donde estaba parado.
"A los desposeídos y marginados, a los que hace seis años les pedí un perdón, que he venido arrastrando como responsabilidad personal -excúsenme por favor, como si fuera exclusiva por haberlo formulado-, les digo que hice todo lo que puede para organizar a la sociedad y corregir el rezago; que avanzamos; que si por algo tengo tristeza es por no haber acertado a hacerlo mejor".
DISCURSO QUE LLEVÓ A LA MUERTE A UN CANDIDATO
El 6 de marzo de 1994, Luis Donaldo Colosio, quien fuera candidato del PRI a la Presidencia de México, pronunció uno de los discursos más recordados de la historia contemporánea del país pues asumía las responsabilidades del PRI en los últimos años y planteaba una verdadera transformación para el país:
"Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada; de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla".
LUCHA DEL EZLN
En 1994, un movimiento sacudió al país, las comunidades indígenas de Chiapas se levantaron en armas con el objetivo de ser escuchados por un sistema de gobierno que los había invisibilizado durante siglos. Surgió el EZLN y con él, una figura que sería el estandarte del movimiento, el subcomandante Marcos. En ese texto, Marcos cuestionaba la amnistía que el entonces presidente Carlos Salinas había otorgado a todos aquellos que habían apoyado el levantamiento zapatista.
"¿De qué tenemos que pedir perdón? ¿De qué nos van a perdonar? ¿De no morirnos de hambre? ¿De no callarnos en nuestra miseria? ¿De no haber aceptado humildemente la gigantesca carga histórica de desprecio y abandono? ¿De habernos levantado en armas cuando encontramos todos los otros caminos cerrados?"
"Hasta morir si es preciso, ellos, ellas, nosotros, nosotras la otra campaña hemos decidido unir nuestras luchas, no para cambiar un gobierno, sino para derrocarlo. No para pedirle a los ricos sino para sacarlos de este país. El que está allá va a salir, y el que está allá también, y también el que está allá. Van a salir, y los vamos a derrocar, y los zapatistas acostumbramos cumplir con nuestra palabra".
EL DESAFUERO
Uno de los discursos más recordados es el que pronunció Andrés Manuel López Obrador ante el Congreso federal con motivo de su juicio de desafuero por el presunto abuso de autoridad en el caso de El Encino, un predio que expropió el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México para abrir una calle que daba a un hospital.
"No se me juzga por violar la ley, sino por mi manera de pensar y actuar y por lo que pueda representar junto con otros mexicanos para el futuro de nuestra patria"
"Ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia. ¡Viva la dignidad! ¡Viva México!".
Fuente: Nacion 321
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