En 2008, el rancho “Los caballos” también conocido como “La Muralla” ubicado en San José Galindo, en San Juan del Río, Querétaro, fue asegurado por la PGR al ser descubierto como propiedad del narcotraficante colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega alias “El Conejo”, quien era uno de los principales proveedores de cocaína de los hermanos Beltrán Leyva.
"El Conejo" formó parte de la organización criminal liderada por Diego León Montoya, alias “Don Diego”; realizando labores de enlace entre el Cártel del Norte del Valle y el Cártel de Sinaloa.
Harold Mauricio es originario de Tulúa, Valle del Cauca en Colombia, antes de su detención tenía giradas varias ordenes de localización y presentación por delitos contra la salud.
Poveda Ortega, llegó al país en 1993, a finales de 1995 inició en el negocio de las drogas en antros y discotecas de la Ciudad de México.
En 1998, Gerardo Álvarez Vázquez, alias “El Indio” lo presentó con Arturo Beltrán Leyva, alias “El Barbas”. Ya dentro de la organización de los Beltrán Leyva “El Conejo” se encargó de ser el enlace para la compra de cocaína con cárteles colombianos.
El rancho tiene una extensión de 14 héctareas, a su interior se encontraron; animales exóticos, caballerizas y una plaza de toros. Después de ser incautado, el rancho fue adecuado por la PGR para convertirlo en un Instituto de Formación Ministerial, Policial y Pericial.
Donde se ubicaba el zoológico del "Conejo", se encuentra actualmente el jardín principal; la casa principal, hecha de piedra y en forma de castillo, alberga las oficinas administrativas; las caballerizas fueron convertidas en 219 habitaciones, entre sencillas y dobles, con una capacidad para 378 personas, y la plaza de toros fue transformada en un auditorio con una capacidad para 500 personas.
Este inmueble cuenta con cuatro salas de juicios orales, 20 laboratorios para las especialidades de servicios periciales, un gimnasio, una alberca, canchas de fútbol, basquetbol, áreas recreativas, un comedor para atender a 420 personas y una ciudad simulada.
En la ciudad simulada, los alumnos practican intervenciones a casas para la ejecución de diversos tipos de operativos; recrean escenas del crimen; y hay áreas donde aprenden a disparar, así como a armar y desarmar pistolas.
Es la casa táctica, se simulan cateos, se les enseña a los estudiantes cómo deben de hacer ese tipo de intervenciones.
El rancho fue adaptado por las autoridades mexicanas a las necesidades de la PGR, de tal manera que hoy en día, es considerado como el mejor centro de capacitación policial a nivel Latinoamérica.
El rancho fue adaptado por las autoridades mexicanas a las necesidades de la PGR, de tal manera que hoy en día, es considerado como el mejor centro de capacitación policial a nivel Latinoamérica.
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