sábado, 2 de septiembre de 2017

"El Tísico", Osiel, Los Zetas, Los Valencia, La Familia Michoacana y "El Chayo" (Parte II)

A causa del amor perdido, Carlos Rosales, con el apoyo del Cártel de Matamoros también conocido ya para ese entonces como el Cartel del Golfo, invadió Michoacán, según la propia versión de "El Tísico" fueron más de 300 miembros de "Los Zetas" los que envío Osiel Cárdenas Guillén para pelearle la plaza a los Valencia, quien ya estaba al frente de esa organización.

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Rosales les dio una sola encomienda: aniquilar a la organización de "Los Valencia", que ya encabezaba también Nemesio Oseguera Cervantes alias "El Mencho". A Rosales se le hizo difícil iniciar una guerra contra "El Mencho", ya que este era primo hermano de Inés Hernández Oseguera, de hecho, Nemesio le había presentado a Inés durante un torneo de peleas de gallos.

Michoacán se tornó un infierno, "Los Valencia" rompieron con el Cártel del Golfo y comenzaron a hacer negocios con el Cártel de Sinaloa quienes enviaron a "Los Valencia" doscientos sicarios para encarar la embestida del Cártel del Golfo.

Carlos Rosales puso precio por cada integrante ejecutado de "Los Valencia", 20 000 dólares pagaderos al momento.

Los primeros días del año 2002 los periódicos de estado dieron cuenta de múltiples y numerosas ejecuciones y balaceras.

La primera baja directa de "Los Valencia" ocurrió en la ciudad de Morelia. Jorge Luis Valencia González, sobrino de Armando Valencia, fue ejecutado. En el municipio de Los Reyes, el 12 de julio de 2003 "Los Valencia" sufrieron uno de los golpes más fuertes, fueron ejecutados seis integrantes de su familia.

Carlos Rosales pagó por cada integrante de la familia Valencia ejecutado, pero él quería la cabeza de Armando Valencia, por él ofreció un millón de dólares.



Valencia Cornelio era difícil de ubicar, desde que se desato la guerra, él no salía a la calle. Se fue a esconder a Guadalajara, donde "El Chapo y Nacho Coronel" le dieron asilo y hasta le pusieron gente para que no lo sorprendieran.

Un comandante de la PGR le dijo a Carlos Rosales alias "El Tísico" que, si no podía matar a Armando Valencia, al menos lo enviara a la cárcel. Situación que ocurrió muy pronto, el ejército por información de personas cercanas a Rosales, lograron ubicar y detener a Valencia Cornelio en una casa de seguridad en Guadalajara.

La detención de Osiel Cárdenas Guillén se le atribuye al Cártel de los Valencia o Cártel del Milenio y al Cártel de Sinaloa, igualmente por información filtrada por ellos mismos al ejército mexicano.

Cuando Osiel Cárdenas fue encerrado en "La Palma" Carlos Rosales se mantuvo fiel a sus instrucciones, a través de uno de sus abogados se lo hizo saber y pidió que le indicara desde la cárcel como podía ayudarle, Cárdenas Guillén ordeno asaltar el penal y rescatarlo. Carlos Rosales ni lo pensó, con 300 sicarios comenzó a ver las opciones y la estrategia, para hacer algo que nadie nunca había hecho: sacar por la fuerza a un interno de una cárcel de máxima seguridad.

Decidieron que el asalto sería en los primeros días de 2004. A Osiel le urgía salir, porque sus abogados le habían informado sobre las posibilidades de extradición. 

Carlos Rosales encomendó el rescate de Cárdenas Guillén a “Los Zetas”: Óscar Guerrero Silva alias "El Winnie Pooh", Daniel Pérez Rojas alias "El Cachetes", Manuel Alquisires Hernández alias "El Meme", y Enrique Ruiz Tlapanco alias "El Tlapa". Todos tenían experiencia militar porque fueron entrenados en la Escuela de las Américas, en Panamá. Estaban formados igualmente por soldados estadounidenses y sabían a la perfección los movimientos que rigen este tipo de cárceles.

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"El Tlapa" tuvo la idea de hacer una prueba antes de asaltar "La Palma", la cárcel más adecuada para esa práctica fue la de Apatzingán, "El Cachetes" fue quien propuso esa opción. Así mataban tres pájaros de un tiro; serviría como entrenamiento para poder asaltar el penal donde estaba recluido Osiel, rescatarían a tres amigos que estaban encarcelados, uno era compadre de "El Tlapa", y finalmente podrían ejecutar a dos de los principales sicarios de "Los Valencia" que igualmente estaban recluidos.

El operativo comenzó a las tres de la mañana. Todos iban uniformados como policías federales, estatales y hasta municipales. Los del grupo del "Cachetes" iban vestidos de militares. Todos iban encapuchados.

La gente del "Winnie Pooh" llegó primero a la puerta del penal. Todas las camionetas iban con sus torretas prendidas y a toda velocidad. Por eso cuando se instalaron en la puerta de la cárcel los custodios se vieron sorprendidos. Al principio hubo resistencia de los guardias de la puerta principal, pero luego cedieron. Nadie se puede negar a los gritos de un militar. 

Sin mayor problema ingresaron al penal de Apatzingán. La mayoría de los sicarios rodearon el penal y otros se mantuvieron a dos kilómetros de ahí para cubrir la salida. Los planos del interior, y la ubicación de los presos había sido bien estudiada por los jefes de las dos compañías que tomaron por asalto el lugar. No tardaron ni veinte minutos, el límite que se habían puesto era media hora. 

"El Tlapa" decidió llevarse un grupo de internos, para despistar sobre el rescate de los presos por los que iban y para no evidenciar el secuestro de los pistoleros de "Los Valencia. La intención del "Tlapa" también era tener un grupo de rehenes por si en la huida se topaban con el ejército.

Todos los presos estaban más que seguros que no se trataba de fuerzas gubernamentales las que realizaban el operativo.

La operación fue un éxito, fue aplaudida por el Cártel del Golfo y también por un nuevo grupo de narcotraficantes que operaba en Michoacán. Entre los 25 liberados al azar estaban Juan Romero Solís, Antonio González Peña y Roberto Salazar Moreno, quienes integraban la célula de Nazario Moreno González alias "El Chayo", organización que ya comenzaba a tomar fuerza. Eran sus familiares. 

"El Chayo" le marcó por celular al "Tísico" para agradecerle la liberación de sus primos y ayudantes, se puso a sus órdenes y le dijo que contara con él, además le comento que le gustaría hacer negocios con él.

En ese tiempo Nazario Moreno alias "El Chayo" y Servando Martínez alias "La Tuta" conformaban un grupo de narcotraficantes independientes, tenían sus propias cosechas de mariguana, sin intermediarios, hacían sus propios negocios con los colombianos y con los chinos, y llevaban su mercancía hacia la frontera norte.

Después de la captura de Osiel Cárdenas, las cosas ya no estuvieron bien en el Cártel del Golfo, Cárdenas Guillen perdido el control y todo se hizo un desorden.

Carlos Rosales busco la forma de crear una nueva organización, invito a "El Chayo", todo esto ocurrió meses después de la llamada de Nazario Moreno tras el asalto al penal de Apatzingán. Nazario Moreno y Carlos Rosales se reunieron en una finca. También estuvieron presentes "El Chango Méndez" y "La Tuta". La única condición que pidió "El Chayo" para formar la Familia Michoacana era que todos fueran bautizados en la fe. Rosales aceptó, pero dijo que de esos asuntos se encargara él, que conocía las ondas de la religión y creencias. 

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Nazario sonrió y dijo que nadie más podría hacerse cargo de la iniciación de todos los integrantes del cártel, porque él era el elegido para esa noble tarea.

La religión del "Chayo" era la masonería.

A partir de ese momento se conformó la Familia Michoacana y comenzaron las iniciaciones de todos los integrantes del nuevo cártel.

En ese entonces "El Chayo" contaba con más de tres mil sicarios a su entera disposición, era el grupo más poderoso de Michoacán, además, tenía amplias relaciones con el gobierno estatal. Las autoridades y políticos del estado que no estaban en la nómina del "Tísico", estaban en la del " Chango Méndez" o en la del "Chayo". Después de integrarse la Familia Michoacana, las cosas fueron mejor en todo el estado, tenían de su lado al gobernador y a toda la gente de la procuraduría, no tenían forma de fallar, todo se les estaba dando.

El rescate de Osiel Cárdenas Guillén no se cumplió, Carlos Rosales fue encarcelado y posteriormente liberado el 22 de mayo del 2014. El 7 de agosto de 2014 fue detenido nuevamente y liberado días después. Se había generado la sospecha de que al salir del cefereso de Puente Grande "El Tísico" se habría relacionado con grupos de autodefensas en Michoacán, y que estaría financiado por lo menos a tres grupos que habían iniciado una guerra encarnizada contra el Cartel Jalisco Nueva Generación, que dirigía "El Mencho".

Carlos Rosales Mendoza alias "El Tísico" fue ejecutado la tarde del 27 de diciembre de 2015. Se dice que se había reunido con diversos jefes locales del narcotráfico en Michoacán, en un intento de organizar un cártel único en el estado. Rosales no estuvo de acuerdo con lo planteado en la reunión que fue organizada en la comunidad de Úspero y fue ejecutado ahí mismo. En la reunión estuvieron presentes Ignacio Rentería alias "El cenizo" y Gilberto Gómez Magaña alias "El Chanda". 

Los cuerpos de Rosales y sus acompañantes fueron abandonados en la carretera Morelia-Lázaro Cárdenas.

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Fuente: Libro "Los Malditos 2, El Último Infierno, más historias negras desde puente grande" de J. Jesús Lemus.

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