jueves, 6 de abril de 2017

FOBAPROA: El robo más grande de todos los tiempos

Los jóvenes mexicanos son herederos de una deuda enorme, cuya historia probablemente desconocen, pero que a través de sus impuestos pagarán toda su vida e incluso heredarán a sus hijos y nietos. 

El Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), y su sucesor Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), fueron instrumentos utilizados por el gobierno federal durante la administración del entonces presidente de la República Ernesto Zedillo Ponce de León, bajo ordenes de Carlos Salinas de Gortari, para convertir las pérdidas económicas de los bancos privados en deuda pública, con montos estratosféricos que se siguen cubriendo y afectarán a varias generaciones de mexicanos.

Este suceso se ha convertido en el mayor desfalco monetario al país en los últimos tiempos, llamado también el fraude o el robo del siglo.

Los mexicanos llevan casi dos décadas pagando el Fobaproa, una deuda que hasta diciembre de 2016 ascendía a más de 900 mil millones de pesos.

Desde la privatización de la banca en 1991 y 1992 bancos como Banamex, Bancomer y Banorte -entre muchos otros- comenzaron a otorgar créditos de forma desmedida y sin controles rigurosos.

Entonces el gobierno federal acudió al rescate de los banqueros y los ahorradores, con recursos públicos compró la cartera vencida de los bancos a través de pagarés del Fobaproa.

Dicho de manera simplificada, el gobierno de manera irresponsable compró a los bancos su cartera vencida por 100 pesos, recuperó 10 y los restantes 90 los pagó con cargo al erario público, es decir, a los contribuyentes.

Cuando estalló la crisis de 1995 las tasas de interés se dispararon a más de 100% y volvieron impagables los créditos hipotecarios y de consumo, los índices de morosidad se catapultaron provocando una insolvencia que dejó a la banca al borde de la quiebra.

Para rescatar a los bancos y a los ahorradores con esta y otras acciones el Fobaproa emitió deuda por un total de 552 mil millones de pesos a 1998, en ese entonces equivalente a 60 mil millones de dólares, para ese entonces el monto ya era cinco veces superior a lo que el gobierno obtuvo por privatizar a 18 bancos.

El Fobaproa se asumió como deuda pública a partir de 1999, ese año se estimó que las obligaciones se pagarían en 30 años, pero un cálculo hecho por los economistas Fausto Hernández y Marcos Avalos en 2006 pronosticó que serían 70 años - asumiendo que el país tuviera un crecimiento económico anual de 4%-.

Pero el crecimiento promedio del PIB mexicano en la última década ha sido de tan sólo 2.3%, por ello el pronóstico de los economistas está desfasado y la deuda podría tardar en pagarse en más de 150 años.

Los jóvenes de hoy día, son netamente hijos del Fobaproa, pues nacieron durante la crisis financiera de 1994 y 1995 que desató la deuda que comenzaron a pagar sus padres.

Si se toma como referencia la fecha propuesta por los economistas para que haya una disminución considerable de la deuda, los hijos del Fobaproa tendrán 82 años en 2076, y aun no llevaran ni la mitad de la deuda del Fobaproa saldada. 

Los culpables:

El siniestro, Carlos Salinas de Gortari, vendió, regalo y remato a sus "cuates" corruptos todos los bancos, dándoles todas las facilidades y sin que tuvieran la menor idea del funcionamiento financiero bancario.

Uno de los beneficiados de la entrega de los bancos en una ocasión dijo:

"Yo que siempre soñé con robarme un banco, ahora me lo entregan para que yo lo maneje"

Como presidente del PAN y jefe de los diputados federales, Felipe Calderón aprobó el Fobaproa que desde diciembre de 1998, mantiene comprometido el futuro del país por décadas por la monstruosa deuda. Calderón tuvo totalmente la responsabilidad de convalidar, junto con otros panistas como Vicente Fox y Diego Fernández de Cevallos, la descomunal deuda.

Ernesto Zedillo, quien al lado del entonces presidente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), José Angel Gurría Ordóñez, fueron responsables de la autorización enorme de la deuda pública del Fondo Bancario de Protección al Ahorro.

Estos políticos corruptos fueron los culpables directamente, pero existen muchos mas indirectos, es importante decir que nadie fue culpado por este fraude, ninguno esta en la cárcel.

Los beneficiados fueron:

Del banco Anáhuac de Jorge Gerardo Hurtado Orcasitas.
Del banco Atlántico de Alonso de Garay,
Del banco Banamex de Roberto Hernández, (Quien vendió en 12 mil millones de dolares a Citibank, sin pagar un centavo de impuestos).
Del banco Bancen de Hugo Villamanzo. 
Del banco Bancomer de Ricardo Guajardo Touché. 
Del banco Bancrecer de Roberto Alcántara. 
Del banco Banorte de Roberto González Barrera.
Del banco Banpaís de Ángel Isidoro Rodríguez. 
Del banco Banco Bilbao Vizcaya-Probursa de José Madariga Lomelín. 
Del banco Bital de Antonio del Valle.
Del banco Capital de Jaime Weiss. 
Del banco Confía de Jorge Lankenau. 
Del banco Inverlat de Agustín Legorreta.
Del banco Serfin de Adrián Sada. 
Del banco Unión de Carlos Cabal.

Aquí destacan también; Abel Vázquez Raña, el Grupo K2, Hipódromo de Agua Caliente (Familia Hank), Taesa y Grupo Costamex.

Es importante mencionar que todos los banqueros que "según" estaban en quiebra y se beneficiaron con el rescate bancario, actualmente son de los más ricos de México y del mundo. 

Hicieron el negocio de sus vidas. Mientras que todos los mexicanos viviremos endeudados y pagando por mas de 100 años sus robos, sus fraudes y sus riquezas.

1 comentario:

  1. Todos los mexicanos debemos el Fobaproa al Lic. Fernando Espeleta Roncal entre otros ex accionistas rateros que lo fraguaron, un abogaducho de quinta que dicho sea de paso a pesar de sus demencia senil sigue ejerciendo su profesión y vendiéndose al mejor postor. Se enriqueció de forma ilícita a partir de la extinta Banca Cremi, y sigue enriqueciéndose a partir del ejercicio indigno de su profesión, vendiéndose a magistrados y jueces.
    Si desea ganar un juicio no contrate al vejete Fernando Espeleta Roncal que además de ser un neofito que desconoce de leyes y procedimientos actuales, durante el proceso cambia de bando y se vende al mejor postor.
    Si usted quiere evitar además la pena de escuchar a un anciano que habla como si fuera de Tepito con frases como “tu hicistes”, “dijistes”, etc. no contrate a un corrupto que hundio a México. En el medio de la abogacía el licenciadito es conocido como Fernando ESPENDEJELETA Troncal, denle gracias por el Fobaproa.

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