Oficialmente el narcotraficante; Ignacio Coronel Villarreal alias "Nacho Coronel", está muerto, sin embargo fuera de esa afirmación de las autoridades mexicanas, se dice también que se jubilo al igual que "El señor de los cielos". Esto lo ha confirmado con pruebas la periodista Anabel Hernández, quien después de investigar a fondo, concluyo que la persona muerta presentada y entregada a los familiares, era otra persona con otro nombre y que sus señas particulares y dactilares así como su tipo de sangre no coincidían con los del capo.
Igualmente el cantante de narcocorridos Gerardo Ortiz, quien compone canciones para el Cártel de Sinaloa, lanzo al mercado el álbum Morir y existir, cuyo tema principal lleva el mismo nombre y es dedicado a “Nacho” Coronel, en su letra confirma las conclusiones de la investigación realizada por Anabel Hernandez.
Seis días después del anuncio el deceso "Nacho Coronel" uno de los jefes máximos del Cártel de Sinaloa, fue subido a Youtube el vídeo Morir y Existir de Gerardo Ortiz.
Entre las frases más sugerentes en la canción y que confirma la versión de que “Nacho” Coronel en realidad fingió su muerte, se encuentra la siguiente:
“…si publican que no existo, ya me hicieron un favor” y “Nacho Coronel también es jefe, no sabe si la muerte se inventó”.
Se dice que en el Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) existe una materia de inteligencia militar denominada “Análisis de contenido de narcocorridos”, la cual examina este tipo de canciones para conocer más de los narcotraficantes, ya que se considera que éstos dan el visto bueno a las composiciones que se les hacen.
En consonancia con lo sugerido por las líricas de Ortiz, uno de los compositores de moda de narcocorridos en México y Estados Unidos, Hernández apunta que sobre “Nacho” Coronel se teje la leyenda de que se jubilo para vivir en paz, lejos de los negocios de las drogas.
De acuerdo a la misma autora, el capo en realidad se habría “retirado” del negocio del narcotráfico y no estaría muerto como lo difundió el gobierno federal y la prensa nacional e internacional, todo esto también, bajo el consentimiento del gobierno mexicano y estadounidense.
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