Amado Carrillo Fuentes "El señor de los cielos" era el más molesto por las muertes que se estaban presentando en su territorio. Sabía que alguien le estaba "calentando la plaza".
Él pensaba que el Cártel de Matamoros, actualmente conocido como el Cártel del Golfo eran los culpables. Siempre culpó de esos asesinatos a Juan García Ábrego, sobre todo luego de que Carrillo Fuentes se negó a hacer una alianza para ir contra el Cártel de Sinaloa.
Amado tenía controlada a la policía estatal de Chihuahua. Mantenía comunicación directa con el gobernador Francisco Barrio Terrazas, y desde antes su conexión con el gobernador Fernando Baeza Meléndez era muy buena. Por eso, en cuanto el tema de los asesinatos de mujeres llamó la atención nacional, Amado Carrillo Fuentes puso a disposición del gobierno estatal a 50 hombres para que ayudaran en las investigaciones de los asesinatos.
Las investigaciones fueron encargadas a Juan Pablo Ledezma alias "El JL", Amado quería una línea de hombres que frenaran los asesinatos de mujeres y que detuvieran a los asesinos de las que ya habían muerto. Así nació el grupo de sicarios "La línea" destinado primeramente a ser una línea de contención al avance del Cártel de Matamoros en Ciudad Juárez.
Con "La línea" trabajando del lado de la policía se logró la detención al menos de 50 asesinos. La mayoría de los detenidos eran miembros del Cártel de Matamoros, que mataron a mujeres sin ningún motivo salvo el de "calentar la plaza". También se esclarecieron otros asesinatos, aunque menos, en los cuales los homicidas eran novios o parejas de las víctimas.
Fuente: Libro "Los Malditos 2, El Último Infierno, más historias negras desde puente grande" de J. Jesús Lemus.
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